Entrevista a Julián Ocaña
“Si existe una forma de cambiar el mundo es mediante la formación adecuada de los seres humanos para que puedan ser responsables de su existencia”.
JULIÁN OCAÑA
Julián Ocaña es director general de Alianza Francesa en Madrid. Licenciado en Filosofía y Letras y en Filología Hispánica por la Universidad de Paris X Nanterre, ha sido director de la Agencia de Comunicación Altavia Junium y director del grupo de comunicación Hemma Groupe Vivendi en Francia. Julián Ocaña, miembro del jurado oficial del festival educativo online MECFilmFestival 2024, nos comparte su perspectiva sobre el francés, un idioma que abre un abanico de oportunidades laborales en el ámbito francófono.
¿Qué es para ti la Educación?
Es y debería seguir siendo una herramienta insustituible de fortalecimiento de una sociedad moderna que permite hacerla más justa y diversa, facilitando el acceso de todos los ciudadanos al conocimiento y a la formación para su adecuado desarrollo personal y profesional sin la intervención disruptiva de condicionantes de ningún tipo como pueden ser los condicionantes de nivel social. El modelo debe de ser una educación pública, gratuita de verdad y de calidad para todos.
¿Qué labor desarrolla Alianza Francesa?
La Alianza Francesa es una Asociación sin ánimo de lucro de derecho local, es decir español aquí en España y todas las Alianzas del mundo se rigen por ese mismo principio estatutario. Las dos misiones principales de la AF son la difusión de las culturas francesa y francófonas y la enseñanza del francés. La Alianza se creó en París en 1883 (hace 141 años después de una derrota militar contra Prusia) como una libre asociación de hombres libres y cuenta con Jules Verne, Louis Pasteur, Ferdinand de Lesseps como algunos de sus padres fundadores. Es, sin lugar a dudas, el Centro Cultural y de enseñanza lingüística más antiguo del mundo. El British Council en comparación sólo tiene 90 años. Allí donde se han implantado- hay más de 830 AF repartidas en todo el mundo- las Alliances tejen profundos vínculos con el entorno, respetando las culturas locales sin intentar imponer criterios importados.
¿Qué impacto ha tenido la Alianza Francesa en la educación y la cultura francesa en España desde su establecimiento?
Además de la AF de Madrid hay otras 18 Alliances establecidas en España a día de hoy. Es la red cultural extranjera más extensa en el país, aunque no es capaz de competir con la preponderancia del inglés como segundo idioma o tercero cuando se trata de una comunidad con lengua propia como las que tiene España. Lo cierto es que Francia, que es el país vecino con más gran presencia económica en España (gran distribución, automoción, banca y seguros, industria farmacéutica, etc.) ha necesitado de una red de centros de enseñanza para la escolarización y formación en francés de los hijos de su personal expatriado cuando éste constituía el personal dirigente de las filiales francesas en España. En comparación con los cinco centros que tiene el Institut Français, y los 22 liceos franceses repartidos por toda la geografía española, establecimientos que sufraga en gran parte el erario público francés y dependen directamente de los servicios culturales franceses, las Alliances Françaises de España, que funcionan con un modelo de autofinanciación, constituyen 18 puntos de difusión de la cultura y del idioma francés que suponen una presencia sensiblemente más importante que no le cuesta nada al contribuyente francés.
¿Cómo ha influenciado la tecnología online en la enseñanza y el aprendizaje de lenguas extranjeras?
Partimos del principio de que una clase de idioma es indudablemente más provechosa en situación presencial, por razones evidentes que tienen que ver con la mejor audición, la mayor facilidad de dialogo entre el profesor y el alumno y la posibilidad de intercambio entre estos últimos, o incluso la apreciable expresividad corporal que queda a la vista. La necesidad de interactuar a distancia a la que nos ha sometido el confinamiento durante la fase aguda de la pandemia ha aportado elementos que podemos considerar positivos y otros que son francamente negativos para
el aprovechamiento de una clase de idiomas. En lo positivo está la posibilidad de dar y de recibir una clase sin desplazarse, con el consiguiente ahorro de tiempo y con la economía del desplazamiento. Ha supuesto el poder seguir formándose a distancia evitando la transmisión del Covid. Pero, por otra parte, la tecnología permite hoy que cualquier profesor o asimilado, desde un remoto punto del orbe, como puede ser Delhi o Singapur, con un simple ordenador, una conexión a internet y una plataforma de intercambio, pueda ofrecer servicios lingüísticos a precios tan competitivos que cualquier centro de enseñanza con una estructura de cemento y ladrillo y un personal remunerado en orden a leyes y convenios occidentales queda fuera del mercado.
¿Cuál crees que es el mayor desafío actual en el ámbito de la educación?
Me parece que las jóvenes generaciones se van a encontrar, cada vez más, con la participación de la inteligencia artificial en ámbitos donde sólo intervenía el cerebro humano. Hay que acostumbrarse a que, incluso, en áreas en donde imperaba la creatividad humana un programa informático basado en algoritmos y alimentado por datos te permite ofrecer soluciones muy aceptables. Se ha comprobado que en determinado tipo de exámenes, los correctores automáticos informáticos son más fiables que los correctores humanos. Igualmente, los docentes se enfrentan a la menor capacidad de atención de los jóvenes cada día más, lo que condiciona un aprendizaje más superficial. Es fundamental que el uso de la tecnología sirva para mejorar la capacidad de asimilación del cerebro de nuestros jóvenes y no para anestesiarles como
parece que se usa. En ese sentido, creo que el reto es volver a captar el interés de los jóvenes con contenidos motivadores.
¿Cómo ve la evolución del aprendizaje de idiomas en el contexto educativo actual?
Como una combinación de lo que la tecnología tiene de positivo y de facilitador y el aprovechamiento de un capital humano bien formado y motivador con recursos potentes, como pueden ser los que permite la realidad virtual, creando entornos atrayentes en los que el aprendizaje es de nuevo una experiencia positiva. Uno se imagina lo interesante que puede resultar aprender historia de la mano de los protagonistas virtuales de ese acontecimiento histórico.
¿Qué consejos darías a los educadores para mantener el interés y la motivación de sus estudiantes?
Les incitaría para que utilicen todos los recursos que permitan que no pierdan el interés y que mantengan la atención, pero con la dosificación adecuada para que no sea contraproducente. Los vídeos, los juegos colaborativos, la realidad virtual y la realidad aumentada son recursos que, si se saben aprovechar, pueden ser muy provechosos en una clase de idiomas.
¿Qué oportunidades laborales puede tener un estudiante al aprender francés?
En España muchas, dado que Francia, nuestro vecino del norte, que es una gran potencia económica, tiene mucha participación en la economía española. Por otra parte, todo el norte de África sigue hablando francés y es, además, el idioma oficial de muchos países y organizaciones africanas, por lo que el francés sigue siendo una apuesta ganadora después del imprescindible dominio del inglés.
¿Qué significa formar parte del Jurado del MEC Film Festival?
Para mí, es una gran responsabilidad y espero estar a la altura de lo que se espera de mí. Cierto es que me he criado en una familia muy cinéfila y desde pequeño me ha gustado el séptimo arte, por lo que algún criterio creo he ido adquiriendo. Pero al final, tengo la sensación que, al menos en mí, la parte emocional es la que prevalece.
¿En qué medida las películas que forman parte del Festival, creadas por el profesorado y alumnado, pueden servir para divulgar contenidos?
Creo que al ser una creación basada en las experiencias de los profesores y de los alumnos que las han realizado es un interesante testimonio de sus vivencias, de la realidad a la que están día a día sometidos, de sus dificultades, de sus logros de sus aspiraciones y de sus ilusiones.
¿La Educación puede cambiar el mundo? ¿En qué sentido?
Como decía contestando a la primera pregunta, la educación debe de ser universal, gratuita y de calidad, sin condicionantes sociales de ningún tipo para que permita que cualquier persona con capacidad se realice adecuadamente en sus legitimas aspiraciones. Sin creer en utopías imposibles, considero que si existe una forma de cambiar el mundo es mediante la formación adecuada de los seres humanos para que puedan ser responsables de su existencia, respetuosos con los demás sean como sean y vengan de donde vengan, y respetuosos con el entorno en donde
viven. Una sociedad en donde impera el egoísmo, el cada uno para sí, es la antítesis de una sociedad formada, bien informada y justa. Y termino como empecé, insistiendo en que no puede haber una sociedad democrática justa y verdadera si la educación es una educación elitista, reservada a un grupo de elegidos que dispone de los medios para acceder al conocimiento.