Entrevista a Javier Castán
“Las películas educativas creadas por el profesorado y alumnado permiten conocer visiones y puntos de vista a los que muchas veces, en las aulas, nos es imposible llegar.”
JAVIER CASTÁN, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras y Doctor de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid.
Jurado del MECFilmFestival 2024, Javier Castán dirige la Cátedra de Historia y Estética de la Cinematografía de la Universidad de Valladolid.
¿Qué es para usted la educación?
Es seguramente la pregunta más difícil que me han hecho hasta ahora. Yo como profesor la concibo como una suma de actividades y procedimientos que me permiten transmitir, compartir y provocar interés y pasión por las disciplinas de las que soy especialista, en el ámbito universitario. Mi objetivo no es que los estudiantes aprendan memorizando, sino compartiendo su interés y vocación conmigo día a día. Sé que esto solamente es de aplicación estricta en determinados niveles educativos, pero sé que, de otra manera y con otros métodos, también se lleva a cabo en las primeras etapas de formación.
Como Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, con una visión global entre el alumnado, ¿qué preocupación percibe entre los estudiantes actualmente? ¿Y entre el personal docente en cuanto a la educación?
La percepción es muy ambivalente. Creo que hace unos años había unanimidad entre estudiantes y profesores respecto a la educación y su valor. Y cada uno lo materializaba con arreglo a su papel (maestro/alumno), a su vocación y circunstancias personales. Ahora los estudiantes relativizan mucho lo que reciben en las aulas (y eso se plasma en un marcado absentismo) y los profesores, hasta los más vocacionales, sentimos una frustración más o menos acusada por ello, lo que tiende a desmotivar.
¿Qué diferencias encuentra en la educación desde que usted comenzó en la universidad hasta ahora, donde los medios digitales han tomado un protagonismo tan relevante. ¿En qué medida han influenciado las Redes Sociales?
Desde mi experiencia, los medios digitales permiten el acceso fácil a recursos y material de trabajo, tanto para estudiantes como para profesorado, en condiciones que nunca hubiéramos imaginado y eso es una mejora sustancial en los procesos de trabajo y aprendizaje. Las redes sociales son otra cosa. Son un foro público y abierto en el que todo el mundo puede decir y afirmar lo que le parezca, y si los usuarios no están atentos, pueden llegar a conclusiones absolutamente equivocadas. Yo he llegado a ver un post en una red social en el que se desaconseja la visita al Museo del Prado, porque sus fondos son todos iguales, y los marcos de las pinturas están viejos y necesitan ser actualizados [sic]. Puede entenderse, sin que yo califique esta opinión, las consecuencias que esto puede tener para algunas personas. Lejos de ser un vehículo de difusión y acceso a la cultura, son en este caso justamente lo contrario. Pero allí están.
Es un experto en Arte Antiguo y Medieval, ¿cómo valora el interés de estas materias entre la juventud?
Afortunadamente son periodos de la Historia de la Humanidad que siempre han interesado. El mundo egipcio, la Edad Media, son a menudo también la base de videojuegos, películas y series, lo que contribuye a sostener hoy entre nuestros jóvenes este interés. Y soy consciente de que se trata de juegos y entretenimiento, no de formación académica.
¿Cree que las Humanidades han perdido protagonismo en la educación y en la sociedad en general? ¿La palabra ha perdido interés en favor de los dígitos?
No han perdido protagonismo, sino crédito en determinados ámbitos, empeñados y cegados por las “posibilidades” profesionales de las carreras técnicas. Sin embargo, socialmente reconocemos que, sin las Humanidades, las sociedades contemporáneas, solidarias y con visión de futuro, no podrían seguir avanzando. Y de ahí la prevención, más o menos soterrada, ante la IA, que nos dicen que es capaz, aparentemente, de escribir como Cervantes, pintar como Matisse o componer como Beethoven, sin que nos demos cuenta. En este sentido también la palabra pierde protagonismo porque, cada vez más, se pone en ‘manos’ de la IA la redacción de borradores de textos, cartas, discursos, etc.
En qué aspectos mejoraría la educación o qué cambiaría.
Dada mi edad, comprendo que mis propuestas pueden entenderse como nostálgicas, pero creo que no es eso. Cualquier persona que esté formándose tiene que tener una buena base de comprensión lectora. Y las jóvenes generaciones leen muy poco y con muy poca calma, y observan todo de forma rápida, muchas veces sin pararse más que para el (o la) selfie, o la foto que tuitear, así que la reflexión sobre lo que la lectura, la contemplación de una escultura, o una obra de creación audiovisual motiva a otras edades, en ciertas generaciones jóvenes no se produce, y eso trae consigo una falta de madurez y de recursos intelectuales muy notoria. En los estudios universitarios esto es muy patente, y ralentiza el proceso formativo y la tarea de los profesores.
Actualmente, también dirige la única cátedra sobre historia y estética del cine que hay en España, concretamente en la Universidad de Valladolid. ¿Qué materias se imparten? ¿En cuantos cursos se desarrolla? ¿Fechas? ¿Cómo se pueden inscribir los interesados? … Cuéntenos sobre ello.
La Cátedra de Cine se creó para analizar la obra cinematográfica, no para enseñar las técnicas de realización audiovisual. Así que nuestra principal tarea es proyectar, y hablar sobre lo que proyectamos. En la Universidad de Valladolid tenemos asignaturas de cine en los Grados en Historia del Arte y en Comunicación audiovisual. También en Periodismo. Y en dos de nuestros másteres.
La Cátedra se encarga específicamente de proyectar a lo largo de todo el año, películas de todos los géneros y épocas, en versión original, y de organizar seminarios y cursos de Historia y Estética del cine, generalmente en agosto, que capacitan con un título propio a los que los llevan a cabo. La pandemia nos obligó a interrumpir bruscamente esta programación, y en este tiempo estamos repensando nuestras estrategias para relanzar el curso de acuerdo con las expectativas y el interés del público de todas las edades y las nuevas vías de visión del cine (plataformas).
En la Cátedra de Historia y Estética de la Cinematografía se matriculan estudiantes de todas las edades y condiciones, en este mundo tan dividido que estamos viviendo ¿Las Artes son un vínculo de unión entre la sociedad?
El arte siempre ha ido un vínculo de unión: la Humanidad se ha reunido siempre en torno a iglesias, templos y mezquitas, plazas, palacios, pinturas, o acude a salas de conciertos, cines o teatro, a exposiciones, festivales… Así recibimos conjuntamente, y nos emocionamos, ante la creación artística. Todo ello nos hace más sensibles, empáticos y solidarios, solos o en colectividad. Por eso es tan importante fomentarlo en los primeros niveles educativos, y crear vocaciones que sigan interesándose y aprendiendo tanto en la Formación Profesional como en los niveles universitarios.
Usted tiene experiencia como miembro de jurado en festivales de cine, ¿Qué significa formar parte del Jurado del MECFilmFestival?
Para mí es un privilegio y un reto, al ser un festival de piezas relacionadas con la educación, y con un espectro muy amplio de participantes. Así que lo afronto con interés e ilusión. Tengo puestas muchas expectativas en ello.
¿En qué medida las películas educativas creadas por el profesorado y alumnado, base de nuestro Festival, sirven para divulgar conocimientos a la sociedad?
Yo creo que son un vehículo fundamental, porque nuestro mundo es un mundo audiovisual, así que es el lenguaje más comprensible y aceptado por todos. Y nos permite conocer visiones y puntos de vista a los que muchas veces, en las aulas, nos es imposible llegar.
¿La educación puede cambiar el mundo?
Por supuesto. La medida de su importancia podríamos comprenderla mejor si imaginamos un mundo en el que la Educación no existiera ni hubiera existido. Acabaríamos envilecidos y perdiendo todo lo que nos hace y caracteriza como humanos.